Una limpieza dental profunda, también conocida como «raspado y alisado radicular», es un tratamiento odontológico que va más allá de la limpieza dental regular. Este procedimiento está recomendado para tratar problemas de las encías, como la gingivitis o la periodontitis; eliminando la placa bacteriana y el sarro que se acumulan tanto sobre como debajo de la línea de las encías.
Mientras que una limpieza regular se centra en la superficie de los dientes, la limpieza dental profunda se adentra en las áreas más profundas. Una limpieza dental profunda se realiza en dos pasos principales: el raspado y el alisado radicular.
- Raspado: El dentista o higienista dental utiliza instrumentos especializados para eliminar la placa y el sarro acumulados tanto en la superficie como debajo de las encías; en las llamadas bolsas periodontales. Estas bolsas se forman cuando la enfermedad de las encías ha avanzado, creando espacios entre las encías y los dientes donde las bacterias se acumulan.
- Alisado radicular: Tras eliminar la placa y el sarro, se realiza el alisado radicular, que consiste en suavizar las superficies de las raíces de los dientes. Este paso es crucial, ya que ayuda a las encías a reinsertarse correctamente en los dientes reduciendo la profundidad de las bolsas periodontales.
La limpieza dental profunda se enfoca en las áreas bajo la línea de las encías, donde las bacterias pueden esconderse y proliferar sin una higiene adecuada. Se realiza en los dientes afectados por la acumulación de sarro subgingival (debajo de las encías).
Una limpieza dental profunda es un tratamiento fundamental para pacientes que sufren de enfermedades de las encías. En Clínica Dental Las Chapas sabemos que este procedimiento no solo mejora la salud bucal general, sino que también previene problemas más graves. Por eso, en este artículo queremos explicarte su importancia y su eficacia.
Diferencia entre una limpieza dental profunda y una limpieza regular
Tanto la limpieza dental profunda como la limpieza dental regular son procedimientos para mantener una buena salud bucodental. Sin embargo, se diferencian en su alcance, objetivo y en los problemas que tratan. La principal diferencia radica en la profundidad a la que llega cada tratamiento y las condiciones bucales que abordan.
Mientras que una limpieza regular es un mantenimiento preventivo, la limpieza profunda se enfoca en tratar enfermedades de las encías en una etapa avanzada.
Limpieza dental regular: Mantenimiento básico de la salud bucal
Una limpieza dental regular es un procedimiento preventivo para eliminar la placa y el sarro acumulados en la superficie de los dientes y encías. Este tipo de limpieza se recomienda para personas con encías sanas y se realiza cada seis meses como parte de una rutina de higiene bucal.
- Objetivo principal: Mantener la salud bucodental al prevenir la formación de caries, la acumulación de sarro y la aparición de enfermedades de las encías.
- Procedimiento: El dentista o higienista dental utiliza herramientas para eliminar la placa y el sarro que se acumulan en la parte visible de los dientes. Después, se pule la superficie dental para eliminar manchas superficiales y dar un acabado suave a los dientes.
- Candidatos ideales: Personas con una buena salud dental general que no presenten signos de enfermedad periodontal (encías inflamadas o bolsas profundas alrededor de los dientes).
Limpieza dental profunda: Tratamiento para enfermedades de las encías
Una limpieza dental profunda, va más allá de una limpieza regular, ya que se enfoca en limpiar las áreas bajo la línea de las encías. Está indicada para personas que presentan enfermedades periodontales, como gingivitis o periodontitis, donde ya existe un daño en las encías que provoca bolsas periodontales.
- Objetivo principal: Eliminar la placa, el sarro y las bacterias que se encuentran en las bolsas periodontales . Así como en las raíces de los dientes para prevenir o tratar la progresión de la enfermedad periodontal.
- Procedimiento: A diferencia de la limpieza regular, esta limpieza profunda implica el raspado de la superficie de los dientes tanto por encima como por debajo de la línea de las encías. Además, se realiza un alisado radicular para suavizar las raíces de los dientes, lo que facilita que las encías se adhieran nuevamente a los dientes.
- Candidatos ideales: Pacientes con enfermedades de las encías, especialmente aquellos que tienen bolsas periodontales profundas o signos visibles de inflamación, sangrado y recesión de encías.
Una limpieza regular se realiza para el mantenimiento rutinario de la salud bucal, mientras que una limpieza dental profunda trata problemas avanzados de las encías. Si bien ambas limpiezas son vitales, la limpieza profunda es crucial para los pacientes con enfermedades periodontales.
Cuándo es necesaria una limpieza dental profunda
Una limpieza dental profunda es necesaria cuando las encías y los dientes presentan problemas más allá de lo que una limpieza dental regular puede solucionar. Este procedimient, se recomienda principalmente para tratar enfermedades de las encías como la gingivitis avanzada y la periodontitis, condiciones que implican inflamación y sangrado.
- Gingivitis: Es la forma más leve de enfermedad de las encías y ocurre cuando placa y sarro se acumulan en la línea de las encías. Causa irritación, enrojecimiento e inflamación. En esta etapa inicial, es posible que una limpieza dental regular sea suficiente para revertir los efectos. Si la gingivitis no se trata adecuadamente, puede evolucionar a periodontitis, lo que requiere una limpieza profunda.
- Periodontitis: Cuando la gingivitis no se trata, evoluciona a periodontitis. Una enfermedad avanzada en la que las bacterias y la placa se acumulan bajo la línea de las encías creando bolsas periodontales. Estas bolsas se llenan de sarro y bacterias, lo que provoca la recesión de las encías y la pérdida del hueso que sostiene los dientes. En esta etapa, la limpieza dental profunda se convierte en un tratamiento esencial.
- Acumulación excesiva de placa y sarro: Una acumulación excesiva de placa y sarro, especialmente bajo la línea de las encías, es otra razón común por la que realizar una limpieza profunda. Si las bacterias se alojan en áreas que no se pueden limpiar fácilmente con un cepillado o hilo dental, se necesita un tratamiento más intensivo.
- Prevención de la pérdida de dientes: La limpieza dental profunda no solo es un tratamiento, sino también una medida preventiva para reducir el riesgo de perder dientes debido a la periodontitis. Al eliminar la placa y el sarro que se han acumulado en las bolsas periodontales, este procedimiento puede detener la progresión de la enfermedad.
Cómo saber si necesitas una limpieza dental profunda
Una limpieza dental profunda no siempre es parte de la rutina estándar de cuidado bucal. Pero puede ser necesaria en ciertos casos para prevenir problemas mayores. Identificar los signos y síntomas que indican que necesitas este tratamiento es clave para evitar el avance de enfermedades como la gingivitis y la periodontitis.
Algunos indicadores que podrían señalar la necesidad de una limpieza dental profunda:
- Encías inflamadas o hinchadas: Si notas que tus encías están enrojecidas, inflamadas o más sensibles de lo normal, esto puede ser un signo temprano de gingivitis o periodontitis. La inflamación ocurre cuando la placa y las bacterias se acumulan a lo largo de la línea de las encías, irritando el tejido.
- Sangrado durante el cepillado: El sangrado de las encías durante el cepillado o el uso del hilo dental no es normal. Este síntoma suele ser una de las primeras señales de enfermedad periodontal. El sangrado puede indicar que las bacterias han comenzado a afectar la salud de las encías.
- Halitosis: El mal aliento crónico puede ser un síntoma de enfermedades periodontales. La acumulación de placa y sarro, especialmente debajo de las encías, puede albergar bacterias que provocan un olor desagradable.
- Recesión de encías: Ocurre cuando las encías se separan de los dientes, exponiendo las raíces y dejando los dientes vulnerables a las bacterias. La recesión puede ser una señal de periodontitis avanzada, que requiere una limpieza profunda.
- Acumulación de sarro: Si puedes ver depósitos de sarro alrededor de los dientes, es una señal de que la placa se ha endurecido y no puede eliminarse con un cepillado normal.
- Sensibilidad dental: La sensibilidad en la base de los dientes puede ser un signo de problemas. Si sientes sensibilidad en esta área, es posible que necesites una limpieza profunda.
Importancia de las revisiones dentales regulares
Una de las mejores formas de detectar a tiempo la necesidad de una limpieza dental profunda es a través de revisiones dentales regulares. Durante estas visitas, el dentista puede examinar tus encías, medir la profundidad de las bolsas periodontales y detectar signos de acumulación de sarro o inflamación. Las visitas regulares al dentista permiten identificar y tratar cualquier problema antes de que se convierta en una enfermedad periodontal avanzada.
5 Beneficios de una limpieza dental profunda
Una limpieza dental profunda es más que un simple tratamiento para eliminar la acumulación de placa y sarro; es una herramienta clave para mejorar la salud bucal y prevenir problemas graves a largo plazo. Este procedimiento ofrece múltiples beneficios que restauran la salud de las encías y protegen la estructura dental y previenen complicaciones futuras.
- Prevención de la pérdida de dientes: Cuando no se trata, la periodontitis puede dañar el tejido que sostiene los dientes y provocar la pérdida del hueso que los mantiene en su lugar. La limpieza profunda elimina las bacterias y el sarro de las bolsas periodontales, deteniendo el daño en el tejido y preservando la estructura dental. El procedimiento reduce el riesgo de recesión gingival y protege el hueso que sostiene los dientes.
- Mejora de la salud de las encías: La limpieza dental profunda está diseñada para tratar y revertir los efectos de la enfermedad periodontal. Al eliminar el sarro acumulado, este tratamiento permite que las encías se vuelvan a adherir a los dientes; reduciendo así las bolsas periodontales. Con encías más saludables, los pacientes experimentan menos sangrado y menos inflamación.
- Reducción de la inflamación y el sangrado: Después de la limpieza, las encías comienzan a sanar, lo que reduce significativamente la inflamación y el sangrado que ocurre durante el cepillado.
- Control de la periodontitis: Cuando la periodontitis no se trata, la enfermedad sigue avanzando, afectando más dientes y tejidos circundantes. La limpieza dental profunda es un tratamiento eficaz para detener la progresión de la periodontitis.
- Mejora del aliento: La acumulación de placa y sarro, junto con la presencia de bacterias bajo las encías, puede contribuir a problemas como mal aliento. Al eliminar estas acumulaciones, los pacientes experimentan una mejora en el aliento y en la apariencia de sus dientes.
Riesgos y posibles complicaciones tras realizar el tratamiento
La limpieza dental profunda es un procedimiento seguro y altamente efectivo para tratar problemas de encías y prevenir la progresión de la periodontitis. Sin embargo, como cualquier intervención odontológica, puede conllevar ciertos riesgos o efectos secundarios. Estos efectos son generalmente leves y temporales, pero es importante estar informado sobre ellos para manejarlos adecuadamente.
Sensibilidad dental
Uno de los efectos secundarios más comunes después de una limpieza dental profunda es la sensibilidad dental. Esto ocurre porque se eliminan depósitos de sarro que, en algunos casos, cubrían partes de las raíces dentales expuestas por la recesión de las encías. Con estas superficies ahora expuestas, los dientes pueden volverse más sensibles a estímulos como el frío, el calor o incluso el aire.
- Duración: Esta sensibilidad suele ser temporal y debería mejorar en pocas semanas tras el procedimiento; especialmente si sigues una buena rutina de higiene bucal.
- Cómo manejarlo: Evitar alimentos muy fríos o calientes y usa pastas dentales específicas para la sensibilidad dental.
Sangrado de las encías
Después de una limpieza dental profunda, es común experimentar un ligero sangrado en las encías. Esto se debe a que las encías han estado inflamadas y son más vulnerables debido a la acumulación de bacterias y sarro. A medida que las encías comienzan a sanar y se ajustan a su nueva posición más saludable, el sangrado debería disminuir gradualmente.
- Duración: El sangrado debería desaparecer después de unos pocos días a una semana. Si persiste o es excesivo, es importante contactar a tu dentista.
- Cómo manejarlo: Mantener una rutina de cepillado suave y usar un enjuague bucal antiséptico pueden ayudar a reducir el sangrado.
Molestias o dolor temporal
Algunas personas pueden experimentar incomodidad o dolor leve en las encías o los dientes después del raspado y alisado radicular. Esto se debe a la manipulación de las encías y la eliminación de depósitos de sarro en áreas sensibles. En la mayoría de los casos, estas molestias son temporales y pueden manejarse con analgésicos.
- Duración: El dolor o las molestias suelen durar de unos días a una semana después del procedimiento.
- Cómo manejarlo: Tu dentista puede sugerir medicamentos antiinflamatorios de venta libre, como ibuprofeno, para aliviar cualquier malestar.
Inflamación o hinchazón en las encías
Después del procedimiento, las encías pueden estar levemente hinchadas o inflamadas. Esto es una reacción normal a la manipulación y la eliminación de sarro subgingival. A medida que las encías sanen y se ajusten a los dientes después del alisado radicular, la inflamación debería disminuir.
- Duración: La hinchazón debería reducirse en un par de días.
- Cómo manejarlo: El uso de compresas frías y enjuagues de agua salada tibia puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el malestar.
Riesgo de infección
Aunque es extremadamente raro, existe un pequeño riesgo de infección después de una limpieza dental profunda, especialmente si no se siguen los cuidados posteriores adecuados. Las bacterias pueden ingresar al torrente sanguíneo o infectar las áreas tratadas si no se mantienen limpias.
- Síntomas de infección: Dolor persistente, hinchazón excesiva, fiebre o secreción de pus en las encías son señales de una posible infección que requiere atención inmediata.
- Prevención: Seguir las instrucciones de cuidado posterior de tu dentista, como el uso de enjuagues antisépticos y mantener una buena higiene bucal, puede prevenir infecciones.
Retracción de las encías
En algunos casos, las encías pueden retraerse más después de una limpieza profunda, especialmente si la enfermedad periodontal ha sido grave. La recesión adicional de las encías puede hacer que las raíces de los dientes queden más expuestas, lo que puede aumentar la sensibilidad dental.
- Duración: Si bien la recesión puede estabilizarse con una buena higiene bucal, en casos graves podría ser necesario un tratamiento adicional, como injertos de encía.
- Cómo manejarlo: Mantener un control regular con el dentista y seguir una rutina de cuidado bucal apropiada puede ayudar a minimizar este riesgo.
Dificultades para comer o beber
Después de una limpieza dental profunda, es posible que sientas incomodidad al masticar alimentos duros o al beber líquidos calientes o fríos.
- Duración: Esta incomodidad suele ser leve y debería desaparecer en unos días.
- Cómo manejarlo: Opta por alimentos blandos y templados hasta que las encías se hayan recuperado por completo.
La limpieza dental profunda es un tratamiento eficaz y seguro
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